Debido a la acción de estimulos estresantes continuos o demasiado fuertes así como en cualquier estado patológico o enfermedad, tiene lugar la desincronización o descoordinación del trabajo del sistema nervioso. Los sistemas de regulación de la actividad de reflejo complicada no aseguran el trabajo óptimo de órganos y sistemas. Uno comienza a sentirse mal continuamente, se desarrollan frecuentes enfermedades agudas u ocurre la transición de las enfermedades a forma crónica y la alteración del metabolismo.
En estas condiciones el empleo de series de impulsos generados por el aparato DENAS (DENS) produce el restablecimiento de las capacidades reguladoras del sistema nervioso y, como consecuencia, la cura de muchas enfermedades.
Por ejemplo, en casos de alteración de la regulación del sistema nervioso de un niño, la subida de temperatura del cuerpo debido a la alteración de corrientes informativas no lleva a la dilatación de vasos sanguíneos periféricos y la activización del trabajo de las glándulas sudoríparas. No ocurre la termotransferencia necesaria. Como consecuencia, la piel se pone pálida y fria, el estado empeora considerablemente hasta llegar al desmayo, convulsiones, vómito, delírio.
Si en estas condiciones los electrodos del aparato se aplican en ciertas zonas de la piel, entonces los impulsos del aparato por vías conductoras nerviosas alcanzaran el sistema nervioso y forman la reacción de respuesta necesaria en estos casos. La orden correspodiente llega a los órganos ejecutivos lo que a su vez conlleva a la normalización de la temperatura del cuerpo y el mejoramiento del estado del enfermo.
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